La Medicina China y la Acupuntura son una entidad propia y diferenciada

La Medicina China y la Acupuntura son una entidad propia y diferenciada

Más allá de que la Medicina China sea considerada científica o no, que es otro debate y al cual podríamos dedicarle tiempo en otro momento, de lo que no cabe duda, si conocemos o nos preocupamos por conocer de verdad este sistema médico y su regulación y ejercicio en la mayoría de los países que ya lo regularon, es de que la Medicina China y la Acupuntura tienen una entidad propia y totalmente diferenciada de la llamada medicina moderna o convencional de nuestros días. Esto no implica, ni mucho menos, que sus visiones no sean compatibles, de hecho, es así como debería ser y como se les sacaría el mayor partido a ambos paradigmas de cara a mejorar la atención a los pacientes, que al fin es el único y último objetivo de cualquier aproximación médica o de cuidados.

Sin embargo, a pesar de esa plausible y necesaria integración de ambos sistemas médicos (repito, como ya se viene haciendo en muchos países de nuestro entorno desde hace años y de forma espectacularmente positiva), la Medicina China es, y debe seguir siendo un Corpus Teórico y Práctico diferenciado y de primera elección en cuanto a sus estudios. ¿Por qué es así? pues porque la Medicina China y la Acupuntura (como terapia propia de este sistema médico):

  • Se basa en sus propias leyes y compresión del proceso de salud-enfermedad, interpretando esta en términos relacionales con el ambiente o entorno, considerando todos los procesos vitales como participes o desencadenantes de los procesos patológicos, y considerando al cuerpo como una unidad, como un todo; a saber: La Teoría del Yin - Yang, la Teoría del Qi y las sustancias vitales, la Teoría Zang Fu... y Sí, aunque suene algo raro para un neófito, ha de seguir estudiándose así, bajo esas premisas, pues es el único modo de llegar después a tratamientos con sentido y con valor clínico más que demostrado!!

  • La Medicina China (y por ende la Acupuntura) tiene su “propia anatomía”; no se trata aquí de demostar o rechazar los conocimientos de anatomía modernos, si no de integrar en ellos el modelo energético que mantiene el Sistema JingLuo o de canales y que da cuerpo a la práctica acupuntural.

  • La Medicina China (y por ende la Acupuntura) tiene su “propia fisiología”; de nuevo aquí no se rechaza nada del conocimiento actual o moderno, si no que se añaden multitud de aspectos que muestran claramente cómo el organismo funciona y reacciona como un todo y no como un conjunto de partes. Por ejemplo, cada sistema orgánico es más susceptible a una emoción que otras, a un color, a un tipo de alimento, a una estación del año o un clima determinado, provocando esto una reacción de adaptación que, de no darse de manera apropiada, puede conducirnos a la patología.

  • La Medicina China (y por ende la Acupuntura) tiene su “propia patología”; insistiendo de nuevo en que en ningún caso de los expuestos o de los que expondremos a continuación, se trata de rechazar o invalidar o no tener en consideración los conocimientos actuales, si no de integrar una visión más completa y compleja del ser humano; La etiología y la fisiopatología de la enfermedad en Medicina China es, a día de hoy, considerada totalmente valida por la OMS, y así puede constatarse en la última revisión de CIE (ICD-11). Ver Importancia del ICD11 para el reconocimiento de las Terapias Naturales

  • La Medicina China (y por ende la Acupuntura) tiene sus “propios métodos de diagnóstico”; Basados en la experiencia de miles de años, los especialistas en Medicina China usan métodos de diagnóstico propios para poder aproximarse al proceso patológico de sus pacientes; la observación de la lengua, cara, las uñas las manos... la palpación del pulso, del abdomen... la anamnesis dirigida y muy rica y amplia....

  • La Medicina China (y por ende la Acupuntura) tiene sus “propias herramientas terapéuticas”; La Acupuntura, las Ventosas, la Guasha, la Moxibustion, el Tuina o Masaje Chino, la Materia Médica y la Dietética, el Qigong y el Taichi, así como diferentes microsistemas: auriculoterapia, craneopuntura, acupuntura abdominal ...

Todas estas herramientas, así como la capacidad diagnóstica, la manera de entender la etiología y la fisiopatología, el mapa anatómico de los “canales” ... necesitan estar basadas en los fundamentos que sustentan a la Medicina china, pues si no, dejan de ser comprensibles y, por tanto, ¡¡¡eficaces!!! Si no se estudia la Medicina China (y todas sus herramientas) desde su concepción clásica y sus fundamentos propios, no se es capaz de comprender su manera de entender la salud y la enfermedad. Sin ello, seriamos incapaces de llegar a un diagnóstico clínico apropiado desde este punto de vista, y sin diagnóstico ¡¡¡no hay tratamiento!!! Es por ello, que estudiar o pretender estudiar, por ejemplo, Acupuntura o Dietética china, sin haber adquirido antes los fundamentos de la Medicina China, está abocado al fracaso y a la desesperanza de los estudiantes ante la imposibilidad de comprender de base qué es lo que están haciendo.

Así, queda patente, a mi entender, que querer anexar la Acupuntura o cualquier otra herramienta terapéutica de Medicina China a la formación en Medicina moderna como si de una especialización se tratase, carece de fundamento y solo llevará a la incomprensión, el rechazo y a obtener muy malos resultados en clínica, pues sería algo parecido a pretender prescribir medicamentos de síntesis sin haber estudiado farmacología, o realizar cirugías sin haber estudiado medicina moderna de base.

Por tanto, la Medicina China (y la Acupuntura) son un valioso aporte para la salud y los sistemas públicos de salud si se regula su formación y ejercicio de manera independiente a la Medicina convencional o moderna, y se favorece la integración de ambas visiones de la mano de profesionales debidamente formados en cada una de ellas.

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